"Tendrás tu taller donde ninguna persona te moleste, y que tenga una sola vantana. Cerca de esta ventana colocarás tu pupitre como para escribir"
Cennino Cennini (1390)
En 1410, al norte de Bélgica, en la cuidad de Brujas. Un joven pintor de veinte años llamado Juan van Eyck, puso a secar al sol un cuadro pintado al temple y tratado con aceites, tal como recomendaba el monje Theophile. Y he aquí que a los dos días, cuando fue a ver el cuadro para comprobar la mancha del secado, comprobó con disgusto que la pintura se había cuarteado.
Según se cuenta desde aquel día van Eyck no descansó hasta hallar un aceite que se secara a la sombra. Tardó mucho tiempo, pero, por fin, después de probar con aceites y resinas de todas especies encontró que mezclando una pequeña parte de barniz blanco de Brujas con aceite de linaza obtenía una mezcla que le permitía secar sus pinturas a la sombra.
Van Eyck empezó a pintar con barniz blanco de Brujas y aceite de linaza, aglutinando con ellos las mismas tierras usadas en el temple.
Había nacido la pintura REY: la pintura al Óleo. Y van Eyck había descubierto el mejor medio para pintar.
Este hombre era sin duda alguien fuera de serie. Cuando tenía treinta años empezó un movimiento de rebeldía, contra los prejuicios y convencionalismos de la pintura gótica.
Cennino Cennini escribe un libro (El libro del arte) en el explica paso a paso todos los materiales y estilos que existieron en la pintura durante los siglos XIV y XV, de esta manera podemos reconstruir la manera de pintar De Juan van Eyck y los artistas de la Escuela Flamenca.
Dice Cennini: ”Elegirás un papel de tilo o de sauce sin defectos. Tomarás cola hecha de recortes de pergamino, y la pondrás a hervir hasta que de tres partes quede reducida a una parte. Probarás esta cola con la palma de la mano y cuando sientas que una palma se pega a la otra, piensa que entonces la cola es buena…”
“Sobre el tablero se aplicaban seis capas de cola y varias tiras de paño de lino viejo. El tablero se ponía a secar y se aplicaba luego una capa de yeso Volterra y cola. Nuevo secado y otras capas de Gesso sottile. Finalmente se pulía con polvo de carbón y piedra pomez, hasta lograr un acabado blanco, duro y liso como el marfil.”
Esto les llevaba varios días y ponían en párctica la siguiente técnica para pintar al óleo.
Iniciaban la construcción, primero dibujando a carboncillo.” Tomarás el carbón de sauce y dibujaras poco a poco y encima repasarás el dibujo con un pincel de punta aguda, mojado en esencia y en esta que Florencia se llama Verdaccio (Una mezcla de, blanco, negro y ocre)
Encima de este dibujo se aplicaba una fina capa del mismo color Verdaccio, se trabajaban cuidadosamente las sombras, luces y reflejos hasta llegar a la perfecta aguada monocromada.
Jan Van Eyck "Retrato de Giovanno Arnolfini y su esposa" Galeria Nacional de LOndres.
Un cuadro que hoy en día calificariamos de hiperrealista, pero no nos olvidemos que esta minuciosudad se conseguia con los medios antes mencionados, y varias capas de color o veladuras.
Excelente artículo, Lilith. Hoy he aprendido algo que ignoraba por completo. Muchas gracias!
ResponderEliminarGonzalo.
Creo que es la clave de la pintura flamenca, lo escrito en este post.
ResponderEliminarMe gustaría resaltar que encuentro muy poca información en internet sobre la forma de ejecutar la grisalla, en este artículo puedo entender que la aguada es con tementina (sin agua) y tambien que la superficie es tremendamente absorbente. Todo nos lleva a confusión por el hecho de que los lienzos preparados que venden no son absorbentes para este tipo de resolución con dibujo de carbón y aguada de trementina con tinta.