De Chirico, 1914
Giorgio de Chirico (1888-1978) se le define como el pintor de espacios enigmáticos, gélidos, solitarios ciudades habitadas por seres inquietantes. Apollineire los califica como espacios “metafísicos”, escalofriantes siluetas suspendidas en el vacío. Mostró gran interés por las lecturas filosóficas, los pintores románticos y el arte del Renacimiento , estos le influyen en la necesidad de crear espacios silenciosos y solemnes, figuras ilusionistas y sombras nítidas, todo se materializa en el cuadro como señales venidas desde la memoria.
Su musa es la soledad que vive De Chirico durante su hospitalización debido a desequilibrios nerviosos.
En los sueños las realidades se deforman y crean espacios. Donde los miedos las preocupaciones o los deseos ocultos toman vida, formando y definiendo el inconsciente.

“…gracias a él la imaginación acaso está a punto de reconquistar sus derechos” (Manifiesto del Surrealismo)
Los artistas surrealistas defienden el sueño porque deja emerger las fuerzas y los deseos ocultos liberando al inconsciente. La pintura surrealista, intenta apartare de la lógica, invirtiendo las relaciones establecidas para generar una crisis que permita crear un mundo libre y maravilloso.