martes, 19 de julio de 2011

Paseando en el tiempo

La obra de arte nos afecta, nos embarga de un modo distinto según el tema, el estilo, el uso de la materia y la combinación de formas o la composición. No se siente nunca nada ante la obra de arte, ésta no nos deja jamás indiferentes, y aun así, ésta habrá de interpretarse como una respuesta concreta de nuestra afectividad, a nuestro temperamento al mundo y a la obra de arte en concreto. Sólo las verdaderas obras de arte son capaces de transformarnos, de convulsionar nuestro ánimo hasta sus cimientos, nos cautiva por su fascinación o por su terribilidad.
En una mirada que abarcase toda la evolución del arte (en especial la pintura) desde Altamira hasta principios del S XXI, tendríamos una sensación de vértigo, existen tal cantidad de formas, de estilos su evolución. Desde el estilo rupestre al "Pop Art" de Warhol.

Es muy cierto que Lascaux, nos impresiona esa belleza subterránea, el azar que la ha conservado y revelado. Pero lo que nos extraña, seduce y satisface es que pensamos que estamos asistiendo al nacimiento del arte y este podrá renovarse incesantemente e infinitamente. Si entramos en la cueva de Lascaux , nos oprime una sensación de presencia ¿Por qué esa sensación? ¿Por qué las admiramos con ingenuidad? Sensaciones que experimentamos de igual manera ante una obra maestra.
Pero si el mundo de Lascaux es un mundo de ritos misteriosos de inaccesibles costumbres, sus pinturas nos sorprenden, son naturales y claras. Salvo una escena oculta en un pozo "el unicornio".En Lascaux no es el único mundo, allí no se estrena el arte, ni el hombre tampoco, ni es tampoco el único, pues el arte está siempre vinculado al origen y al mismo tiempo, se adelanta a todo lo que ha sido

Para muchos el arte ha llegado a su fin, aunque se siga haciendo arte, se siga esculpiendo, pintando o trazando construcciones. . En su tesis "Abstracción y endopatía" Worringer ve como el arte se va estilizando desde sus inicios, la imagen icónica va perdiendo su semejanza con lo real, hasta reducirse en un mero conjunto de formas y colores. Pero no creo que sea un fin, más bien es una culminación. El arte genuino, es en si pura forma, puros teoremas musicales y enrejado de metáforas.
El hombre es un indagador de posibilidades de ser cosas distintas. La posibilidad cumplida ya no puede cumplirse, en tanto que sería repetir algo superado, y precisamente por superado imposible de repetir

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